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Esta exitosa versión de la popular novela juvenil de Sigfrid Siwertz, que luego fue adaptada para la pantalla varias veces en la era del cine sonoro, es una película de verano agradable, con actores convincentes, que hoy sigue tan fresca como el primer día. La copia de la película, restaurada por el Instituto de Cine Sueco, inicialmente muestra un ligero deterioro de los nitratos, pero por lo demás presenta una hermosa calidad de imagen e intertítulos originales.
Einar Hanson interpreta al hermano pirata mayor, presentando una imagen bastante idealista de un adolescente sensible con un marcado hambre de vida. Albert Christiansen retrata al hermano más joven de Hanson con precisión, como un niño pequeño, tímido, afable pero alegre. Pero el mejor de todos es Tom Walter, uno de los bromistas más brillantes jamás vistos en el cine, un patán intrigante, inteligente y malicioso, descarado y valiente, desagradable y temperamental. Es un verdadero acierto para la película, aunque su Fabián es todo menos un alumno de la escuela dominical. Roba como un cuervo y usa un lenguaje horrible, pero siempre se las arregla para salir ileso al final, aunque sólo sea huyendo. Es un personaje muy inmoral, y uno sólo puede esperar que el sentido del humor juvenil de la gente aprecie a este Fabián.
