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'Prim' se estrenó solemnemente. Incluso se anunció como 'la primera película sonora española' ya que, aunque no tuviéra diálogos, estaba dotada de una banda musical con efectos mediante discos sinrcronizados que, lamentablemente, se han perdido. A su costosa puesta en escena, con cuidada ambientación y vestuarios, sumó el despliegue de dos mil figurantes (la mayoría, soldados cedidos por el Ejército). Pero llegó a las pantallas a finales de enero de 1931, es decir, dos meses y medio antes de la proclamación de la República, en un clima de gran efervescencia política. Como se trataba de una obra de tesis conservadoras y monárquicas, el público la tomó como un panfleto de propaganda política y la rechazó.
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La irrupción del cine sonoro sorprende a Buchs con una gran producción silente entre manos: la biografía del militar y político liberal Juan Prim. Buchs se traslada entonces a París a fin de sonorizar la película y ponerle, al menos, una banda sincrónica musical, lo que retrasa su estreno.
La cinta narra la vida de Prim, desde su enfrentamiento con el general Espartero en su Reus natal hasta el atentado que acabó con su vida en vísperas de la llegada a España de Amadeo de Saboya, cuya candidatura al trono había promovido el propio Prim. Cinco lustros de trayectoria vital resumidos en poco más de una hora que culmina con el célebre atentado de la calle del Turco. La biografía del militar y estadista (Rafael María de Labra) queda entreverada con una trama sentimental protagonizada por la veleidosa Fernanda (Matilde Vázquez), quien coquetea con el periodista Rafael Casademunt (Manuel San Román) y con el capitán José Alberni (Felipe Fernansuar). El tiempo que éste dedica al cortejo provoca su ausencia del servicio. El capitán y Fernanda llevan en Barcelona un tren de vida por encima de sus posibilidades, lo que empujará a Alberni al mal camino y lo convertirá en conspirador contra el general. A su muerte, Fernanda proseguirá con sus coqueteos con Casademunt, a pesar de que éste está felizmente casado con la discreta Isabel (Carmen Viance), a fin de que el periodista deje de apoyar al general.
Sobre algunas intrigas políticas o episodios como la campaña mexicana de Prim se pasa como de puntillas. Se le supone al espectador un conocimiento histórico que de hechos que aún, en la década de los veinte del pasado siglo, no resultaban tan lejanos. Sin embargo, en el retrato del personaje titular prima el tono épico. La batalla de Castillejos recibe un tratamiento que, para la época, podemos calificar de grandioso. No se ahorra en figuración, pero tampoco en anécdotas que caracterizan al protagonista, como el hecho de tomar la bandera para lanzarse a la refriega o el que dirija a sus paisanos una arenga en catalán.
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Aunque la película se presentara como "totalmente sonora" se trata de una postsincronización musical -no sé si tendría también algunos efectos- realizada en París en otoño de 1930. Popular Film (n. 208, 24/07/1930) dedicaba un amplio reportaje al rodaje en Madrid, Reus y África y, para rematar la crónica de la magnificencia de la producción, decía: "Sólo de sincronizarla, le piden a Buch (sic) en Berlín y en París setenta mil duros". Y en Arte y Cinematografía (n. 358, 01/02/1931) podemos leer con ocasión del estreno en Barcelona que "la adaptación musical, de gran colorido, es obra de otro entusiasta, el maestro Forns".
Y esto de La Vanguardia (01/11/1930):
Acaban de regresar de París don José Buchs y el maestro Forns, a donde fueron hace veinte días para llevar a cabo la sincronización de la película Prim, habiendo llevado a efecto esta operación los importantes talleres Harry. La adaptación musical, obra del maestro Forns, que es de gran valor, ha sabido unir sonoridades melodiosas al lado de estrofas guerreras muy necesarias para dar realidad a la emocionante batalla de los Castillejos, en donde los voluntarios catalanes mandados por Prim escribieron una página tan gloriosa para la patria.
