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Rapsodia satánica


General

Titulo original: Rapsodia satánica
Nacionalidad: Italia
Año de producción: 1917
Género: Fantástico

Otras personas

Director: Nino Oxilia
Escritor: Alberto Fassini; Fausto Maria Martini
Productor/Estudio: Società Italiana Cines
Compositor: Pietro Mascagni
Fotografia: Giorgio Ricci

Funcionalidades

Duración: 45
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Buena
Peso: 290 Mb

Reparto

  • Lyda Borelli
  • Andrea Habay
  • Ugo Bazzini
  • Giovanni Cini
  • Giulio Bazzini

Sinopsis

Rapsodia Satanica es una adaptación del poema homónimo de Fausto Maria Martini (que puede leerse aquí), una transposición en femenino del tema de Fausto y del ansia humana por la eterna juventud: una anciana tiene nostalgia de su juventud y suspira por ser como Fausto justo delante de un cuadro en el que se representa a Mefisto. Éste sale del cuadro en busca de su presa, a la que devuelve a la juventud, pero con una condición...

Comentarios

Rapsodia Satanica es la última película dirigida por el joven director italiano Nino Oxilia, quien poco después de rodarla murió combatiendo en la I Guerra Mundial. La película, una de las obras mayores del cine mudo italiano, es una adaptación del mito de Fausto, cambiando el género del protagonista pero conservando lo esencial del mito: el tono moralizante, la advertencia de que aquello que el Diablo (que cada cual le otorgue el significado que quiera a esta figura alegórica) concede tiene siempre unas repercusiones negativas de las que en principio no somos conscientes pero que a la larga harán su aparición para desgracia nuestra.
La película tiene un tono melancólico y decadente, casi barroco, que es acentuado en gran medida por la fotografía. Los fotogramas fueron coloreados a mano lo que le da un carácter aún más mágico, arcaico y aurático. Hay momentos en que parece que estamos frente a viejos daguerrotipos que toman vida y quieren salirse de su marco. A ello hay que unir la impresionante música de Pietro Mascagni y la belleza prerrafaelita de la protagonista, Lyda Borelli, que recuerda (tanto en su físico, con su nariz “griega”, sus rasgos faciales tan marcados y su cabellera ondulada como en su caracterización con vestidos sedosos y ligeros y ese aire de ninfa) a los retratos femeninos de Dante Gabriel Rossetti. Todo esto da lugar a una singular obra que consigue crear una sensación de desasosiego y gran belleza al mismo tiempo, como si todo fuese un sueño que se disuelve entre las brumas de la noche.
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A pesar de lo atractivo del título y de su sugerente argumento, la película tiende más al melodrama que a lo fantástico, a una cinta "de diva" arrebatada por el amor que de diablos y ensoñaciones sobrenaturales. Si no fuese por el brillante tramo final, lleno de sugerencias visuales, sería una película más de las muchas que se hicieron en la época, vinculadas con un teatro anticuado en valores y técnicas. Así, las pasiones no correspondidas entre la joven y uno de los dos hermanos, con una sobreactuación en los gestos, quitan mucha empatía entre película y espectador.

La cinta remonta tras la muerte de uno de sus pretendientes y los momentos melancólicos de la Borelli, que sabe transmitir entonces la actitud de una mujer sin alma (o más bien, con un alma prestada). El tramo final, como ya hemos dicho, sí que se acerca a responder a nuestras expectativas. La joven, decidida finalmente a salir de su finca, se mira en el espejo (un juego de identidades en una composición sofisticada, pues tanto el reflejo como la imagen de la mujer que se mira al espejo son también reflejos de la joven que está fuera del plano mirándose en espejos múltiples); se cubre con un tul que impregna tanto a su figura como a la luminosidad de la escena, difuminando espiritualmente toda la atmósfera. Acude a la cita con un espejismo creado por Mefisto, representado por un jinete que aguarda en una colina, una figura en sombras donde nada acaba de concretarse. Todo se corona con el abrazo con el amante (en realidad Mefisto) y el retorno a su aspecto anciano tras salir de la capa "protectora" de Mefisto. La anciana muere y cae en una pose claramente pictórica, como lo había sido antes la muerte de uno de los dos hermanos, en la escalera de la casa de la joven.