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Película que se consideraba perdida, se descubrió uno de los cinco rollos que la componían y éste es el fragmento que ahora se nos ofrece. Como no podemos juzgarla globalmente, señalemos que el papel de villano lo interpreta Lon Chaney y que algunos rótulos nos sirven para orientarnos dentro del argumento. La dirigieron Hart y Hillyer al alimón.
Prototipo del realizador modesto y prolífico, la filmografía de Lambert Hillyer consta de cerca de ciento sesenta y cinco películas y su especialidad fue el western, con algunas incursiones en el cine policíaco y de terror. En sus inicios fue periodista y escritor de cuentos infantiles. Luego alternó su trabajo en el vodevil y como actor en papeles secundarios, para desembocar finalmente en la factoría Harper, donde conoció a William S. Hart y más tarde le dirigió en algunos de sus títulos más celebrados.
En plena Primera Guerra Mundial filmó sus primeras decenas de películas, siempre con el denominador común de un bajo presupuesto y la falta de medios palpable. Ya en el sonoro y a finales de su carrera, fue el chico para todo de la más modesta de las productoras de serie B, la Monogram, y acabó sus días en la industria como los había empezado: dirigiendo westerns como salchichas. La grandeza e importancia de artesanos como Hillyer, vista con nuestros ojos actuales, se funda en que cimentó la continuidad de la fábrica de sueños aunque sólo fuese en la especialidad de mantener al público entretenido durante hora y media, una tarea que nunca fue tan fácil como parecen sugerir algunos oráculos de la crítica "culta".
(Eddie Constanti)