Sinopsis
Tesoros arqueológicos, paisajes del desierto y habitantes con trajes exóticos. Egipto en los primeros años del siglo XX a través del vistazo de las misiones arqueológicas nacionales.
La primera y larga descripción nos muestra el campamento arqueológico italiano de Gebelein, un sitio aparentemente desértico, en realidad muy rico en tesoros que ahora se conservan en parte en el Museo Egipcio de Turín. En las siguientes tomas: un grupo de estudiantes de las escuelas franciscanas italianas desfilan por las ruinas de Karnak y Luxor; niñas y niñas en el patio y jardín de un internado de niñas; un grupo de camellos cruza a nado un río, una roca en el mar, campos cultivados atravesados por un camino arenoso (imágenes aún pendientes de identificación).
Una carta fechada en 1911 y encontrada en la correspondencia del egiptólogo Ernesto Schiapparelli menciona cómo la recuperación del campo arqueológico fue realizada por un religioso, el padre Marzano. El propio Schiapparelli, durante años director del Museo Egipcio de Turín, fue también el impulsor de la empresa ASMI (Asociación Nacional de Ayuda a los Misioneros Italianos). Una hipótesis es que estas raras imágenes son lo que queda de las tomas realizadas para dar a conocer y dar a conocer las actividades misioneras italianas en el exterior con motivo de la Exposición de Turín de 1911.