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La película convirtió en megaestrellas a Constance Bennett, Joan Crawford y William Haines. Es una historia de la era del jazz en Broadway sobre tres coristas que trabajan en un espectáculo en el Teatro Dainties. Sobre esta base, el guionista y director Edmund Goulding compuso lo que ya era un cliché en 1925, la trama que incluye lo bueno, lo malo y lo inocente, encarnados en tres jóvenes con personalidades distintas y bien definidas.
Bennett interpreta a Sally, la corista principal de los Dainties y eterna novia de Marcus Morton (Henry Kolker), un millonario rico que colecciona amoríos. Su vida confortable se ve amenazada cuando la dulce y joven Mary (O'Neil) aparece como "la chica nueva de la revista". Pero Mary ya tiene novio (Haines). Luego está Irene (Crawford), que sueña con un gran amor. La trama sigue a la celosa Sally tratando de deshacerse de Mary y aferrándose a Marcus, mientras Crawford intenta mantener la paz entre lad dos anteriores Las fiestas de jazz en el apartamento de Sally incluyen música a todo volumen y muchas chicas y hombres buscándose la vida en lo que a sexo se refiere.
Lo peculiar del guión es que a pesar de que la historia se inicia como un relato melodramático que parece conducir hacia un final archisabido, poco a poco deriva en una tragedia que, en cierto modo, desconcierta al espectador. Estábamos presenciando un mosaico de coqueteos sin más enjundia y de pronto nos encontramos con un telón de fondo crispado y con tintes de claro matiz fatídico. La película está llena de esos "momentos" cinematográficos que tanto gustan a la platea: intriga, chispazos de humor (la pelea entre las dos madres), estratagemas femeninas para evitar al "lobo" conquistador... pero no acaba de definir sus aspiraciones y uno se puede encontrar frustrado en distintos sentidos.
Crawford (fea, muy mal maquillada), apenas tiene ocasión de mostrar sus cualidades. Bennett está muy bien en su papel de muñequita rubia y Sally O'Neil se queda a medio camino entre la ingenuidad y la picardía. En 1938 se estrenó otra película con el mismo título, aunque con un tema completamente distinto.
(Eddie Constanti)