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Es junto con “El topo” mi película favorita de Jodorowsky, donde alcanza ese equilibrio entre el terror y la serie b, el accesible surrealismo pasado por lo freak y lo extravagante. Tras el fiasco de llevar al celuloide “Dune” y realizar una floja cinta llamada “Tusk”, únicamente accesible a través de la red p2p en francés sin subtítulos, Jodorowsky realizó un filme, con la ayuda del productor Claudio Argento, que funciona a la perfección como rareza cinematográfica.
“Santa sangre” cabalga bajo el manto de un filme de terror con esa típica historia de madre dominante y loca de atar e hijo en peores condiciones que la mamá.
La trágica y delictiva historia de Fénix está cargada de esa simbología y referencias místicas que tanto le gusta emplear a Jodorowsky, pero en vez de ahogar el espectáculo narrativo, como sucedía en “La montaña sagrada”, lo respalda con extrañas secuencias como el entierro del elefante o ese homenaje surrealista de “La noche de los muertos vivientes”.
Tiene momentos tan aberrantes y deleznables como arriesgados y sugerentes. Esa mujer gigante travestida que puede incitar al aborrecimiento absoluto puede enfatizar la masculinidad de la mujer tatuada o el poder maternal / paternal que ha marcado tanto a Fénix y por el cual se siente irremediablemente atraído y perturbado.
“Santa sangre” es toda una extraña y controvertida rareza de la que Tod Browning y Buñuel estarían muy orgullosos.