Comentarios
Realizada en 1915 y estrenada con el título Scandal, la película fue repuesta en 1918 con el título "Scandal Mongers", que es la versión presentada.
En este mediometraje, escrito, producido, dirigido e interpretado por Lois Weber y Phillps Smalley, la realizadora fija su crítica en esa plaga moderna cual son los chismorreos. Pullas lanzadas al viento que, con cada nuevo receptor que las oye, quedan ampliadas y distorsionadas. La protagonista, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelta en una nube difamante que no sólo arruina su vida, sino también la de otras familias, como la de su jefe.
Con un montaje ágil y sin dar respiro al espectador, Weber nos muestra los focos de murmuración que nacen y se desarrollan no ya de boca en boca entre matronas con poco trabajo, sino en lugares tan distintos como un club de caballeros "distinguidos", una barbería, etcétera. La plaga ponzoñosa del chismorreo llega hasta unos límites destructores que no vamos a desvelar aquí, pero que cuando veáis la película os cubrirá de punzante vergüenza ajena.
Otro acierto de Weber, otro disparo al hígado, mientras Griffith, sin ir más lejos, preparaba su retablo monumental titulado "El nacimiento de una nación", para informarnos de que los negros tienen la culpa de todos los males que asolan el mundo. Y no es por señalar, que conste.
Eddie Constanti