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Solaris


Personal

Valoración personal: 8 stars

General

Titulo original: Солярис (Solyaris)
Nacionalidad: Unión Soviética
Año de producción: 1972
Género: Ciencia Ficción

Otras personas

Director: Andrei Tarkovsky
Escritor: Fridrikh Gorenshtein; Andrei Tarkovsky; Stanisław Lem
Productor/Estudio: Viacheslav Tarasov
Compositor: Eduard Nikolay Artemyev
Fotografia: Vadim Yusov

Funcionalidades

Duración: 165
Pistas de idioma: Ruso
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Color
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 2,9 Gb

Reparto

  • Natalya Bondarchuk
  • Donatas Banionis
  • Jüri Järvet
  • Anatoli Solonitsyn
  • Vladislav Dvorzhetsky
  • Avigdor Leinov

Sinopsis

Adaptación del clásico de ciencia-ficción del escritor polaco Stanislaw Lem. Un científico es enviado a la estación espacial de un remoto planeta cubierto de agua para desvelar la misteriosa muerte de un doctor ocurrida en la estación.

El comandante Burton se encuentra con el sicólogo Kris Kelvin, y le muestra un documental sobre sus experiencias en la estación espacial que orbita el planeta Solaris,un mundo oceánico compuesto por plasma pensante. En su momento el testimonio de Burton (quien intentó rescatar a dos científicos extraviados en Solaris) fue defenestrado, aduciendo que el plasma del planeta le produjo alucinaciones.
Ahora Burton intenta convencer a Kelvin de que vaya a la estación y examine de cerca los fenómenos de Solaris. Pero al llegar a la misma, descubre que su viejo amigo Gibarian se ha suicidado, los otros dos tripulantes se encuentran al borde de la locura y...

Comentarios

Un filme de “conciencia-ficción”, como lo definió un crítico italiano. “Solaris” está tan alejado de “2001: Una Odisea del Espacio” como el más alejado de los planetas de una Galaxia aún por descubrir. Ambas obras son grandes creaciones de dos grandes de la historia del cine, pero entre una y otra creación artística media la distancia que separa al mundo de los sentimientos, las emociones y las eternas preguntas del mundo del gran espectáculo, de la obra de arte concebida como “show”. Ambos mundos no son beligerantes ni excluyentes, pues cada uno ocupa su honroso, legítimo y amplio espacio (medido en años luz), y no hay peligro alguno de que entren en conflicto ni se destruyan. Son dos mundos en los que puede habitar el ser humano, aunque algunos cinéfilos y otros seres de difícil adaptación puedan perecer en ellos.

En “Solaris” el director ruso lanza una mirada desde el cosmos hacia la Tierra, hacia el hombre. Tarkovsky no realiza un viaje “hacia el infinito y más allá”, sino hacia el mundo interior del ser humano. “Considero que es un deber mío animar a la reflexión sobre lo específicamente humano y sobre lo eterno que vive dentro de cada uno de nosotros”, escribió Tarkovsky. No es casual ni una cuestión de “recursos”, que los efectos especiales se hayan reducido a su mínima expresión en la película, y que la estación espacial que gravita sobre el Océano inteligente presente un descuidado aspecto “doméstico” muy terrenal; el que presentaría una vivienda cuyo dueño está absorbido por otras cuestiones y que nunca encuentra el momento para arreglar el grifo que gotea o el enchufe de la luz… Paradójicamente, ninguna otra película de Tarkovsky presenta tantas huellas de lo humanamente cotidiano como “Solaris” (Vera Ivánova).

Mención especial merecen, obviamente, los diálogos, que son parte fundamental de un guión impecable, como en todas las películas del genial director ruso (al menos hasta “Stalker”). El mundo de “Solaris” no es el mundo aséptico y pulcro de “2001: Una Odisea del Espacio” con su amplio despliegue de efectos especiales y su deslumbrante exposición de naves y artefactos voladores (algunos imposibles), con un diseño tan atractivo, convincente y realista que prácticamente nada de lo que vemos en pantalla existe a día de hoy... Si en la película del gran Kubrick los personajes hablan poco, es porque tampoco tienen muchas cosas que decirse -para que nos vamos a engañar-, incluyendo al ordenador “Hal 9000” con su perverso talento (aunque a la hora de “morir”, lo haga de una forma tan patética que deshonra a sus creadores, al héroe americano con capa y mallas y a su bandera).

La película de Tarkovsky me gusta y me fascina por el poder de sus imágenes (una constante en toda la cinematografía del genial director ruso), por su misterio, por su poesía, por su belleza, por su profunda reflexión acerca del ser humano. Y, por supuesto, por el gran trabajo de unos excelentes actores.

La película contiene escenas rodadas en la antigua Unión Soviética (enmarcada en el campo y en un gran estudio sito en MosFilm) y en Japón, de mano del cineasta Vadim Yusov. Este largometraje logró el calificativo de película de culto en Occidente, aunque tanto en Rusia como en otros países que antiguamente conformaban la U.R.S.S. ya era bastante afamada.
Estilísticamente, tiene similitudes con otras películas de este realizador, como es el caso de Zerkalo (El espejo), haciendo uso de simbolismos con el agua y la naturaleza en general.
Esta versión de Solaris departe sobre las relaciones entre los seres humanos cuando se materializan los deseos más íntimos a la vista de los demás, como así también la inabordable tarea de relacionarse con lo desconocido. Es un lento y meditativo psicodrama que se desarrolla en su mayoría en una estación espacial; la mayor divergencia con la novela es el hecho de que Kelvin nunca llega a viajar a la superficie de Solaris.
La película salió a la luz acortada en media hora, ya que su duración original era de unos 165 minutos.
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https://www.espinof.com/criticas/andrei-tarkovski-solaris