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Agradable comedia sueca, donde un posible rey intima con una rica heredera, cuya madre ha hecho fortuna vendiendo un tónico para el cabello que, según se dice, otorga un pelo de más de dos metros a las damas que lo quieren probar.
Las comedias suecas tienen un encanto especial y ésta no desmerece de otras precursoras suyas, aunque, debido a su simple guion, se queda a medio camino de los logros de otros nombres ilustres. Es decir, no aburre pero tampoco resiste un análisis más profundo. Las situaciones están bien buscadas, las interpretaciones son correctas y podemos ver al chileno Enrique Rivero, un actor muy difícil de encontrar en nuestros días. Iba para latin-lover pero se quedó a medio camino, sin llegar a la fama de un Valentino, un Antonio Moreno o un ramón Navarro, pongamos por ejemplo.
Creo que, si no sois muy exigentes y tenéis hora y media para dedicarle, la película no os pesará demasiado.
(Eddie Constanti)
