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Se hace difícil juzgar una película como ésta, de la que se han perdido dos rollos del centro y final de la trama, paliados por rótulos explicativos. Y más difícil aún por tratarse de una trama que escapa abiertamente al cine habitual de Normand, es decir, que aquí la comedia está suministrada en dosis muy pequeñas y que a menudo el guión cae en un abierto melodrama.
Como todas las visiones que nos ha ofrecido el cine norteamericano respecto a los temas hispanos, en "Suzanna" se nos muestran unos personajes esterotipados que a menudo nos pueden provocar la sonrisa. Normand pasea por toda la producción con un aire entre triste y desencantado. No en vano, cuentan las crónicas que tuvo sus más y sus menos con el director, F. Richard Jones, hasta el punto que quiso dejar el rodaje. Además, su físico empezaba a resentirse de los malos hábitos contraídos por la actriz en esos años.
Nos queda una historia algo desangelada y unos actores que, a excepción de Mabel, tampoco están a demasiada altura. Y nos queda, cómo no, la esperanza de que algún día aparezca ese metraje perdido y podamos valorar la obra en su justa medida.
(Eddie Constanti)
