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También los enanos empezaron pequeños


Personal

Valoración personal: 7 stars

General

Titulo original: Auch Zwerge haben klein angefangen
Nacionalidad: Alemania del Oeste (RFA)
Año de producción: 1970
Género: Drama

Otras personas

Director: Werner Herzog
Escritor: Werner Herzog
Productor/Estudio: Werner Herzog Filmproduktion
Compositor: Florian Fricke
Fotografia: Thomas Mauch

Funcionalidades

Duración: 96
Pistas de idioma: Alemán; Inglés
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo:
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 4,7 Gb

Reparto

  • Helmut Döring
  • Gerd Gickel
  • Paul Glauer
  • Erna Gschwendtner
  • Pepi Hermine
  • Gisela Hertwig
  • Gerhard Maerz
  • Hertel Minkner
  • Gertrud Piccini
  • Marianne Saar

Sinopsis

Un grupo de enanos encarcelados empiezan una rebelión caótica contra la autoridad. Destruyen todo a su alrededor intentando captar la atención del instructor al cargo, quien tiene algunos de ellos retenidos. El personaje central, Hombre, es la representación de los siete pecados mortales, mientras los enanos luchan entre ellos para conseguir territorio y comida. Cada vez son más crueles. Es una reflexión sobre la humanidad como especie.

Comentarios

"En También los enanos empezaron pequeños los enanos no están fuera de la sociedad misma. Cada cual es un enano. En el mundo no hay más que enanos. No se trata de una sociedad particular de enanos... cada hombre es un enano. Hubo mucha polémica en torno a la película. Nadie es neutro. O les gusta mucho o la odian de corazón, no hay término medio. Creo que el odio proviene de verse obligado a reconocer el enano que todos llevamos dentro, y a darnos cuenta, por primera vez, de lo pequeños que somos. En También los enanos empezaron pequeños hay una rebelión, pero no una revolución. Es una revuelta demente, incansable e inacabable. La película me gusta, porque he podido hacerla tal y como la veía y la imaginaba desde un principio. Se ha vuelto más radical de lo que estaba previsto. Es una película enferma, hecha por un enfermo. Es posible constatarlo. Pensé que ya había pasado el momento de hablar con dulzura y tuve la audacia suficiente para mostrar todo hasta el final. Esta película participa de una desesperación completa. No es una película, es un grito de petición de auxilio. Fue realizada en 1969, en la cumbre de la revuelta estudiantil. Todo el mundo trataba de encontrar algo optimista en esas revueltas. Algunos izquierdistas dogmáticos me dijeron: - Esta es una película fascista, porque muestra una revolución ridícula, interpretada por enanos y sin triunfo final. Cuando se muestra la revolución, hay que mostrar la forma en que debe triunfar. La película no lo muestra. Por lo tanto es una película fascista. / Yo respondí: - Estáis cegados por el dogmatismo. Dentro de diez o de veinte años volveremos a ver esta película y os daréis cuenta de que os habéis equivocado. / Añadí que se trataba de una película anarquista. Y muy humana porque fui muy tierno con mis actores y mis personajes. La revuelta de los enanos no es un fracaso real, porque para ellos se trata de un día memorable, mejor que todos los que les precedieron. Es una hermosa anarquía, pero, al final, no hay más que gestos bloqueados y congelados. Todo queda fijado en posiciones y gestos vacíos. Pienso que si volviera al escenario del rodaje, tres semanas más tarde, el dromedario seguiría en la misma posición, y el enanito seguiría riéndose. Es un despliegue de violencia, sin un fin preciso. Y como esa rebelión no es muy experimentada, no triunfa realmente. Al final, los enanos son considerados culpables. Lo he mostrado al principio de la película, en la que son tratados como animales, cuando es el educador quien debería ser considerado culpable, pues es quien dirige esa institución. En la película no hay elementos surreales, sino reales cien por cien. Ver a una gallina picotear a otra como si fuera caníbal no es surrealista, es la realidad. Es una verdad tan concentrada que parece extraña y chocante. Si la risa del final es tan potente, tan terrible y tan inolvidable, es porque constituye la esencia de todas las risas imaginables. Es la RISA. Lo que, sin duda, ha afectado también a la gente, es el hecho de reconocer al enano que se concentra en el interior de uno mismo. Ésta es la causa de que la película no haya sido digerida como una simple película de consumo. Es lo que ha desencadenado el odio contra la película. Durante tres semanas he recibido llamadas telefónicas amenazándome de muerte por esta película. Al principio fue incluso prohibida por la censura, de la primera a la última imagen, decretando que era inhumana y blasfema".

Estas palabras de Herzog están tomadas del número 55 de la revista "Dirigido por", publicado en 1978.