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Mabel Normand, Roscoe Arbuckle y Ford Sterling hacen que esta comedia corta sea bastante divertida, a pesar de que hubiese ganado más enteros con un guión mejor desarrollado. La trama permite a los tres tener la oportunidad de usar sus habilidades cómicas y estar mucho tiempo frente a la pantalla. También hay un par de momentos en que la historia se vuelve más conmovedora, no por mucho tiempo, pero lo suficiente como para sugerir que hay algo de profundidad detrás del relato que se nos cuenta.
Fatty es un esposo recién casado que ya ha comenzado a descuidar a su esposa (Mabel). Cuando Sterling, como el amigo con mala reputación de Arbuckle, aparece en escena, los problemas domésticos estallan en conflicto. La mayoría de los gags son divertidos y el material daba incluso para más. Ciertamente era el tipo de situaciones que Arbuckle y Sterling, en particular, podían sacar adelante sin esfuerzo.
Normand tiene menos momentos cómicos, pero hace que su personaje sea enternecedor: en plena comedia, es capaz de comunicar sus sentimientos heridos causados por un marido que la descuida. Digamos que del uno al diez, podríamos ponerle un siete, aunque estas cuestiones ya se sabe que son muy subjetivas.
