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En "The Deadlier Sex", Blanche Sweet interpreta a la hija de un magnate del ferrocarril que tiene que hacerse cargo de sus negocios cuando su padre muere inesperadamente. Ese momento no podría ser peor, ya que está en una lucha en el mercado de valores por el control de su empresa. Para defenderse, no recurre a sus artimañas femeninas sino a sus habilidades astutas y de supervivencia como mujer al aire libre. Secuestra a su rival y lo deja lejos de la ciudad, donde su dinero no sirve. El papel es típico de Sweet, en el sentido de que no interpreta a una violeta o una damisela en peligro, al menos no sin recursos, pero también transmite ternura, en particular durante la escena inicial, en el estudio de su padre.
La película también tiene algunos toques interesantes: un rastro de humo de pipa entra en el cuadro cuando su padre muere y se hacen disparos siniestros en un claro del bosque desde una gran distancia. Boris Karloff, en su segundo largometraje, interpreta al trampero cuyas formas brutales unen inadvertidamente a la pareja. Pero aquí, en lugar del pesado y lamentable monstruo que más tarde lo convirtió en una leyenda, Karloff es una amenaza agresiva y musculosa.
Es una película basada en un guión asentado en unas bases absurdas, pero que se deja ver por la simpatía de la hermosa Blanche Sweet y la rareza de contemplar a un joven Boris Karloff (este señor siempre tuvo el mismo aspecto), aquí convertido en un bestial depredador... ¡francés!
