Sinopsis
Die Hochbahnkatastrophe, una de una serie de películas alemanas centradas en el detective Harry Hill (interpretado por el director Valy Arnheim), ejemplifica Sensationsfilm, un tipo de melodrama de acción que se desarrolló a partir de las películas en serie de los adolescentes. Cada acto (o rollo) termina con una acción dramática, generalmente un rescate, y los protagonistas acrobáticos recuerdan a los héroes seriales. Hill muestra sus atrevidos saltos y su habilidad pugilística, mientras que la heroína, Alice, aparece como una Nueva Mujer en busca de sensaciones. Las acrobacias físicas demuestran su destreza, pero el control de la tecnología moderna (motocicletas, automóviles y el sistema ferroviario) establece su dominio. Alice tiene sed de peligro, busca peligrosos senderos para escalar montañas, pero también asume el cargo de chofer (aunque a veces se precipita sobre colinas y lagos), mientras que Hill aparece por primera vez conduciendo dinámicamente hacia la cámara en su motocicleta. La tecnología moderna, como el complejo sistema de trenes subterráneos y elevados, le da a la película una sensación contemporánea, combinada con un dominio actualizado de la estilística cinematográfica. El encuadre de primer plano oculta la identidad de un miembro de "El poder invisible" que amenaza con destrozar los trenes elevados, mientras que el clímax de la película genera suspenso al cortar entre trenes en movimiento y héroes y criminales que luchan entre vías y túneles. La película incluso incorpora las películas en su trama criminal. The Invisible Power transmite su amenaza de hacer estallar el sistema de trenes urbanos empalmando subrepticiamente un anuncio en una película que vemos proyectada en una sala de cine para una audiencia sorprendida (una práctica aparentemente repetida en toda la ciudad).
Die Hochbahnkatastrophe transforma nuestra imagen canonizada del cine artístico y expresionista de Weimar en algo más toscamente improvisado, más rápido, menos artístico y pictórico, menos psicológico y romántico. Dr. Mabuse, der Spieler, de Fritz Lang, realizada un año después, llevó a Sensationsfilm a la culminación artística. Pero solo podemos apreciar completamente la película de Lang si reconocemos el género sin pretensiones del que surgió, con su ritmo rápido, sentido de la imaginación y una aceptación alegre tanto del poder como del peligro de la modernidad.