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Al ver un corto de Billy West descubrí que la mejor manera de disfrutar la película no es compararlo con el Chaplin de los inicios. Esto es muy difícil, ya que West siempre trata de imitar casi hasta el último de sus movimientos, pero, teniendo esto en cuenta (o fuera de la mente), "The hobo" es una pequeña película divertida, aunque el guión sea poco creíble. Por ejemplo, West es un poco probable encargado de vender billetes de tren y administrar un restaurante, pero estas cosas no las ves en la vida real. En 1917 fue un pasatiempo cómico; así debería ser hoy.
Si West fuese el único y original vagabundo, habría sido un personaje aceptable. (No es un aspecto crucial de la comedia filmada, sin duda, pero sí ayuda.) Sin embargo, esta película es especial gracias a Babe Hardy, con su rostro fresco y orondo. Su sincronización es muy buena y es divertido verlo comer en esta película. Si te gusta la comedia muda en la tradición del music-hall y si no la ves esperando a Chaplin (o al Oliver Hardy posterior, para el caso), te debería gustar este corto.