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Reginald "Snowy" Baker fue un atleta olímpico australiano que a lo largo de su carrera deportiva cursó disciplinas como la esgrima, el criquet, el remo, el boxeo, el rugby, la natación, etcétera. Cuando se retiró, intervino en una quincena de películas, de las que hoy presentamos ésta. Una cinta llena de acción en la que conocemos a un aspirante a sacerdote que aún no ha recibido las órdenes sagradas, una rica heredera y un pueblo donde reina la maledicencia y el chismorreo, orquestados por el tutor de la citada joven, que aspira a casarse con ella para quedarse con su fortuna. El acoso al que este hombre somete a la joven lleva a ésta a abandonar el pueblo; mientras, el futuro cura es expulsado del lugar por los manejos del tutor. Película muy entretetenida, con secuencias bien resueltas y donde se advierte algún corte que, sin embargo, no afecta al desarrollo de la trama. De hecho, éste es un defecto de los silentes que nos han llegado de Australia. La principal rémora del filme la encontramos en la interpretación de Baker: estatua viviente, sin expresión facial, ni siquiera sabe dónde poner las manos en todo momento. Incluso cuando cuelga los hábitos y se lanza al rescate de su amada, no varía su estatismo. Una curiosidad no exenta de virtudes que viene desde nuestras antípodas y que seguro sorprenderá a más de uno.
Eduard José Gasulla
