General
| Titulo original: | The Phantom Honeymoon |
|---|---|
| Nacionalidad: | Estados Unidos |
| Año de producción: | 1919 |
| Género: | Drama |
Otras personas
| Director: | J. Searle Dawley |
|---|---|
| Escritor: | J. Searle Dawley |
| Productor/Estudio: | J. Searle Dawley Productions |
| Compositor: | |
| Fotografia: |
Funcionalidades
| Duración: | 62 |
|---|---|
| Pistas de idioma: | Muda |
| Idiomas de los subtítulos: | Castellano |
| Modo de color: | Blanco y negro |
| Fuente ripeo: | Web |
| Soporte: | x264 |
| Tipo archivo: | MKV |
| Calidad imagen: | Buena-Regular |
| Peso: | 1,6 Gb |
Reparto
- Marguerite Marsh
- Vernon Steele
- Henry Guy Carleton
- Charles P. Patterson
- Grace Bryant
- Harriet Cox
- Katherine Perkins
- Edwin Poffley
- Hal Clarendon
- Leon Danmun
Sinopsis
El viejo profesor Tidewater, especialista en descubrir falsos misterios y fantasmas inexistentes, acompañado de sus dos sobrinas, viaja por Europa. En Escocia, se detienen frente al castillo de Benmore, donde los lugareños afirman que habitan fantasmas. Tidewater quiere saber más sobre el terreno y es recibido por un antiguo sirviente indio, que le cuenta una historia sorprendente.
Comentarios
Extraña película, con vocación de historia fantasmal y repleta de misterios, con una copia oscura y bastante deficiente, pero que ha despertado nuestra curiosidad. Tiene un final parecido al de la magnífica "Sueño de amor eterno" (1935), de Henry Hathaway, pero por culpa de haber "estirado" demasiado esa premisa, lo que en principio pudo ser un hallazgo formidable se convierte en algo tristemente risible.
En el reparto figura la delicada Margaret Marsh, a quien vimos en el filme de Houdini "The master mystery", que ya os trajimos aquí. La historia es creíble (si sois aficionados a los temas "fantasmales") y, entre otras curiosidades, podréis ver que al viejo científico descubridor de supercherías se le sienta en las rodillas nada menos que la citada Marsh, ya en su faceta fantasmagórica. La película pudo haber dado más de sí, por supuesto, pero contiene ese raro encanto de los silentes de la primera década del siglo pasado.
Eddie Constanti