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Quien me conoce, sabe que Marion Davies es una de mis actrices favoritas del silente. Imaginaos mi emoción al encontrar este título inédito y restaurado, aunque con algunos defectillos. Tras haberla subtitulado -mejor sería decir "soportado"-, debo informaros de dos cosas: 1)- Marion está bellísima, aunque extrañamente histriónica (puños contra la frente, miradas perdidas...); 2)- la película es un buñuelo, una castaña, un pozo de absurdidades. Con todo, veamos otra crítica que tal vez sea más benevolente que la mía.
"Ésta es la película de Marion Davies más deprimente que haya visto. Miss Davies era una comediante con luz propia, pero su amante /productor, William Randolph Hearst, la quería en 'Obras Importantes', lo que significaba grandes valores de producción y tramas serias. En ésta, ella y Jim Cleland están enamorados pero no se dan cuenta, porque han sido criados como hermanos; así que mientras él está en París, ella se casa con Carlyle Blackwell (el actor que fue Sherlock Holmes en el 'Baskerville' de Oswald), convirtiéndose en la señora del escultor. Con un guión como éste, sabes que todos van a sufrir.
El director, Robert Z. Leonard, no les hace ningún favor a sus actores. Obliga a que todos exterioricen su infelicidad moviéndose como si fuesen artríticos atrapados en melaza y frunciendo el ceño cada diez segundos. Supongo que todo el mundo sabía que aquello no estaba saliendo bien, porque nos cuentan los estados emocionales de los personajes en abundantes títulos sobreescritos de forma barroca. Pero queda alguna cosa buena: la 'boda de los dioses', en la que se reencuentran los miserables futuros amantes, es un número de producción espléndido, pero llega demasiado tarde para salvar la película (por cierto, allí está bailando, como extra, Norma Shearer, pero nosotros no la hemos sabido encontrar). Corinne Barker y Vivienne Osborne, como la artista y su modelo (ocasionalmente desnuda), tratan de animar la función, sin lograrlo.
Llegué a esta película con grandes expectativas y eso puede haberme hecho ser más duro en esta revisión de lo que hubiese sido con cualquier otro filme. En resumen, se pueden salvar muchas películas en la sala de montaje. Está claro que con ésta, si lo intentaron, no pudieron con ella."
Eddie Constanti
