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*** Este comentario puede contener spoilers.
Disfruté retrocediendo en el tiempo hasta los años 20 para ver esta película. La historia es bastante predecible, pero se le da un fuerte golpe de efecto con un reparto excepcional y la dirección de Malcolm St. Creo que todos hemos conocido a alguien parecido al protagonista, Aubrey Piper, "El Fanfarrón". Aubrey Piper no sólo exagera su propia importancia, sino que es increíblemente ruidoso y odioso en el proceso: desde sus sonoras carcajadas en momentos inapropiados, a sus palmadas en la espalda, a sus fanfarronadas y mentiras, Ford Sterling no necesita sonido para retratar a Aubrey Piper de esta manera. Louise Brooks está soberbia y saca lo mejor de su papel secundario como la novia del hermano de la novia de Aubrey. La escena en la que sorprende a Aubrey, que se ha autoinvitado a cenar a casa de los Fisher, contando las raciones durante la oración previa a la cena no tiene precio. De nuevo, no hacen falta palabras, la expresión de Louise lo dice todo. También me impresionó la forma en que Louise y su coprotagonista Gregory Kelly interpretaron la escena en la que reaccionan ante la muerte de "Pop Fisher". No se necesitaron palabras ni subtítulos, no fue exagerada y resultó bastante convincente. Era un poco exagerado creer que la prometida de Aubrey, interpretada por Lois Wilson, Amy Fisher (no, no esa Amy Fisher) no viera a Aubrey como lo que era y siguiera siendo devota suya, pero bueno, supongo que el amor puede hacernos ciegos a los defectos evidentes de los que amamos. Esto es evidente cuando le dice a su madre que se casará con Aubrey "por despecho". Ojalá se hubieran conservado más películas de cine mudo como ésta, especialmente las de Louise Brooks y Clara Bow para la Paramount.