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Si bien se suele identificar a Wyler con el melodrama, hay que decir que el western tiene una importante presencia en su filmografía. No sólo por iniciar su andadura como director (y aprender el oficio) en el cine del Oeste, sino ya en su etapa sonora, por rodar pocas pero significativas películas adscritas al género que se sitúan entre las mejores de su filmografía: The Westerner (El forastero, 1940), The Big Country (Horizontes de grandeza, 1958) y sobre todo Hell's Heroes (Santos del infierno, 1929), su primera película sonora y una de las mejores, basada en la novela de Peter B. Kyne, una historia que ha dado origen a varias versiones tanto en el cine mudo como en el sonoro, entre ellas dos películas dirigidas por John Ford (Marked Men y Three Godfathers).
Un nuevo hito se produjo en 1925 en el conjunto de westerns, grandes y pequeños, que Hollywood había producido. Fueron emergiendo nuevas estrellas para satisfacesr la demanda, al mismo tiempo que prominentes futuros directores (William Wyler, William K. Howard, W. S. Van Dyke) estaban aprendiendo su oficio en la mejor escuela de todas: haciendo westerns que eran dinámicos, se hacían rápidamente y eran baratos.
William K. Everson
