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The Trail of the Octopus


General

Titulo original: The Trail of the Octopus
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1919
Género: Thriller

Otras personas

Director: Duke Worne
Escritor: J. Grubb Alexander
Productor/Estudio: Hallmark Pictures Corporation
Compositor:
Fotografia:

Funcionalidades

Duración: 393
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: DivX
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Buena
Peso: 2,1 Gb

Reparto

  • Ben F. Wilson
  • Neva Gerber
  • William Dyer
  • Howard Crampton
  • William A. Carroll
  • Marie Pavis
  • Al Ernest Garcia

Sinopsis

El criminólogo Carter Holmes trata de recuperar y mantener a salvo las nueve dagas que abren una bóveda secreta que contiene la marca del diablo, una antigua reliquia que puede dominar el mundo.

Comentarios

Pues aquí está, un serial de quince episodios y 1.077 líneas de intertítulos. Con emoción, intriga, ritmo sin tregua y unas gotas (muy pocas) de romanticismo. Eso sí, no busquéis demasiada coherencia porque no la tiene. Ni tampoco os fijéis mucho en los fallos de raccord, porque los hay y numerosos (la misma puerta tiene el pomo a la derecha o la izquierda, según la secuencia).

¿Qué nos ofrece "El rastro del pulpo"? Veamos: una historia rocambolesca donde las haya; un personaje que muere en el primer episodio y "resucita" en el sexto porque sí, porque el guionista podía y quería; un chino malvado con los bigotes de Fu Manchu, cuyo actor se apellida García"; un repugnante hombre mono de metro veinte que babea lujuriosamente cada vez que ve a la protagonista; unos ojos misteriosos que aparecen en cualquier rincón y que tienen un gran cometido en la trama; un no menos misterioso "señor X" que se desdobla con suma facilidad (hay un episodio en que aparecen tres "señores X"); una uña (envenenada, por supuesto), que mata a diestro y siniestro; un personaje al que, de repente, le "surge" un hermano gemelo, para liar más el argumento... ¿Para qué seguir?

A la heroína, Neva Gerber (habitual en los seriales de esa época), le toca lidiar con la más fea dentro del elenco. Es hundida en el mar dentro de una cesta, la secuestran docenas de veces, la trajinan de arriba a abajo y viceversa, la acosan sexualmente (siempre dentro de un orden) e, incluso, la hipnotizan. El "chico", Ben Wilson, tiene el título de "maestro criminólogo", pero es bastante cortito. La dirección de Duke Worne es tan nerviosa como lo exige el guión y todo el reparto cumple con su cometido, con más o menos barbas para que no nos hagamos un lío con quién es quién.

Los subtítulos han sido complicadillos y hemos tenido que echar mano del oficio que tenemos. Por ejemplo, en un episodio se habla del "profesor Castillo" y en otro del "profesor Reid". Como se trataba del mismo personaje, lo hemos unificado como "Castillo", por aquello del prurito ibérico. Y una pena: nos hemos pasado catorce episodios para descubrir quién era el famoso "señor X" y la escena en que se aclaraba se ha perdido en el oscuro universo del nitrato inencontrado.

Eddie Constanti