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En los días en que era un estudiante de College, Paul Czinner era considerado universalmente como un oportunista sin talento que filmaba producciones teatrales y de ballet sin ningún carácter...
Parece que estábamos equivocados. Completamente equivocados! Paul Czinner era un poeta —un importante poeta cinematográfico...
Tras un desencuentro con su público estadounidense, al que no fue ajeno el espectáculo que hizo en el funeral de Rodolfo Valentino, Pola decidió voluntariamente no renovar su contrato con la Paramount en 1928. Estaba encinta y quería retirarse a la vida familiar.
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Fue después de sufrir un aborto involuntario y, regresar al alcoholismo como consecuencia de la depresión resultante, que recibió una oferta para protagonizar una película independiente en Inglaterra, que ella aceptó. Al principio se pensó que protagonizaría una versión de la obra de George Bernard Shaw César y Cleopatra. Pero cuando los derechos de filmación resultaron ser demasiado caros, se pusieron a trabajar en una historia contemporánea, que fue lanzada como The woman he scorned (o Street of Abandoned Children, o The way of lost souls, o Son dernier tango) a finales de 1929.
La película está dirigida por el director alemán Paul Czinner. Czinner fue uno de los padres del Kammerspielfilm alemán, el género cinematográfico que dio al cine mudo algunos de sus mayores logros artísticos. El Kammerspielfilm, o "película de cámara", simplificaba la historia hasta un nivel casi instintivo [...], lo que permitía que fuesen las imágenes las que contasen la historia a través de las acciones y expresiones de los actores, del énfasis en los detalles, y del uso de cámaras en movimiento y / o ángulos inusuales de la cámara. Los intertítulos eran raros si no estaban totalmente ausentes. Además de The way of lost souls, Der letzte Mann (1924), Sunrise (1927), Lonesome (1928), y el film sonoro con Hedy Lamarr Ecstasy (1933) pertenecen todos al estilo Kammerspielfilm.
Menciono la anécdota (que desconocía) acerca de la pérdida de su bebé, por que creo que puede tener que ver con la intensidad emocional de la Negri en esta película.
A nivel estilístico hay dos mundos incompatibles: el del guardián del faro, en exteriores con predominio de un uso expresivo de la naturaleza, y el de ella, filmado la mayor parte del tiempo en encuadres inclinados y con una escenografía deudora del cine expresionista. Si no es una obra maestra, no está lejos.