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Norma Talmadge (1894-1957), grande entre las grandes, cabeza visible de una de las sagas más influyentes de Hollywood (junto a los Barrymore, por supuesto), tuvo su propia productora y estuvo casada en primeras nupcias con el mandamás de la Metro, Joseph Schenck. Eran tres hermanas (Norma, Constance y Natalie) y su padre las abandonó el día de Navidad. De ahí a ser la estrella principal de la Vitagraph y una de las actrices más taquilleras de la industria va un trecho de apenas diez años, en el que se incluyen unos inicios a veces titubeantes pero en los que ya se adivinaba el potencial de esta gran luchadora de la pantalla.
A esos inicios nos referimos en este bloque de cortos de su primera época, verdadera novedad que nos ha llevado semanas de trabajo y dedicación absoluta (no lo decimos para colgarnos medallas, sino para dar fe de una realidad). Rebuscando entre cortos de EYE, hemos dado con estos nueve (12-15 minutos cada uno); los hemos editado a tamaño grande y subtitulado desde el holandés antiguo, con el dolor imaginable. El resultado es un conjunto de minipelículas que nos muestran los pinitos de esta señora del cine cuando apenas contaba con dieciocho años. En la mayoría de cortos la Talmadge interviene como protagonista o secundaria; en un par de ellos, apenas asoma la nariz en uno o dos planos: tendréis que agudizar la visión para localizarla. Son relatos divertidos, dramáticos o meros chistes visuales alargados diez minutos, pero representativos del cine que se hacía en la primera-segunda décadas del siglo veinte.
Al margen de Norma, su hermana Constance también fue una buena actriz, especializada en la comedia y que todos recordaréis por su papel en "La caída de Babilonia". Tenemos cosas inéditas de ella que iremos trayendo por aquí. Por lo que respecta a Natalie, su mayor logro fue casarse con Keaton, destrozarle la vida (ayudada por Schenck) y poca cosa más. Entre ella y el suegro de la Metro, mandaron a Buster al hospital de alcohólicos y rompieron su contrato con la Metro para siempre jamás. Norma también tuvo mucho que ver en la trama, pero la historia daría para mucho más texto. Otro detalle, Norma Talmadge fue quien puso de moda estampar las manos en el cemento del Teatro Chino, al tropezar y caer accidentalmente en una zanja cubierta por cemento (así se escribe la historia, tan tontamente, como tonto fue su final: una simple gripe).
Pues bien, aquí os dejamos el paquete envuelto en papel de regalo. Si os gusta, que el cielo os lo premie; si no, qué le vamos a hacer.
Mrs. 'Enry' Awkins (Van Dyke Brooke, 1912)
Fortunes of a Composer (Charles Kent, 1912)
Stenographer Troubles (Frederick A. Thompson, 1913)
A Lady and Her Maid (Bert Angeles, 1913)
Solitaires (Van Dyke Brooke, 1913)
Father's Hatband (Van Dyke Brooke, 1913)
