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Esta maravillosa comedia da a Harry Langdon la oportunidad de aparecer en un cortometraje que se adapta excelentemente a su arte en su historia y su estilo. La historia, contada en flashbacks, es genial para Langdon y realmente le permite destacar su caracterización de niño-hombre: no sabe que se supone que Nanette es la novia de su amigo y tampoco sabe que no está bien quitársela. Los gags y las situaciones de los personajes están bien configurados y son muy divertidos. Uno o dos de ellos, como el que utiliza las piernas de Harry sobresaliendo de un montón de tierra, son excelentes ejemplos de humor negro.
Contar la historia en flashback permite mucho espacio para los pequeños "trucos" de Harry. Como por ejemplo verse reflejado en un espejo, tomándose el tiempo para darse un saludo amistoso y vacilando cuando ve a su viejo amigo empuñando una pistola. La tensión cómica se acentúa en las escenas de peligro, como cuando sostiene una gradana de mano. Vernon Dent se empareja con Harry, aquí en un dúo que tiene momentos memorables. La excelente dirección de Harry Edwards aprovecha la cámara lenta, el contraste y la profundidad, y la cámara en movimiento es realmente creativa. Consigue que las escenas de guerra aún sean creíbles, a pesar de estar filmadas en estudio.
Algunas de las escenas de la explosión y la batalla final, posiblemente una versión adaptada de la vieja persecución de Mack Sennett, son un poco superfluas, pero en realidad no estropean el resultado global. Harry Landon se nos muestra muy divertido y tiene espacio para hacer "de las suyas".