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Película que se consideraba perdida, se trata de una comedia que cuenta en su elenco con Richard "Ojos de sapo" Dix, William Powell y, en su única aparición en solitario en la pantalla, a Harpo Marx (dice un par de líneas, pero como la película es silente, no le oímos). La protagonista femenina es Frances Howard, una joven algo estrábica y aspecto medianamente latino.
Gran parte de la acción se desarrolla en el País Vasco (si, habéis oído bien). Es decir que Powell y Harpo son vascos. Como resulta lógico en estos casos, los americanos retratan unas costumbres de otro país de forma muy sui generis. Por ejemplo, los vascos, después de comer, hacen dos horas de siesta (se quedan parados todos a una, estén de pie, sentados en un burro, tomando un café o amontonados en la calle). Harpo bebe de un porrón, los lugareños llevan boina y faja y los perros también hacen la siesta. Como veis, todo muy típico.
De todas formas, gracias a la chispa de Dix y de los ilustres secundarios la trama se hace soportable. El metraje no es excesivo (63 minutos) y esto también ayuda. La copia nos llega con virados y es bastante potable. Una curiosidad que os ofrecemos como si de un aperitivo se tratase (las aceitunas corren por vuestra cuenta).
(Eddie Constanti)
