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En la década de 1900 parecía estar de moda predecir que pronto evolucionaría la tecnología, que haría que el videoteléfono doméstico reemplazase al teléfono tradicional en la sociedad. Por supuesto, ahora la mayoría de la gente tiene esta tecnología al alcance de la mano con la llegada de la cámara web, pero todavía no es omnipresente, porque uno podría pensar que a veces la gente no quiere hacer llamadas telefónicas cuando no está del todo vestida. El corto comienza con una broma divertida referente a esto, en el estilo clásico de las frecuentes premisas fantásticas de ciencia ficción de Charley Chase que conducen a frases sociales muy prácticas, basadas en una divertida versión de 1924 del videoteléfono.
La película es bastante brillante en ese sentido y extremadamente divertida. La verdadera premisa central es que el jefe de Charley está engañando a su esposa y quiere que Charley los acompañe al club nocturno como coartada. Por sorpresa, el cónyuge de TODOS finalmente aparece y una compleja secuencia de gags se desarrolla maravillosamente. Ahora los viejos tropos de un hombre que intenta engañar y no ser descubierto, o que no engaña y se coloca accidentalmente en una situación en la que parece estar incluido, son auténticas patrañas. Pero al tomar ese elemento básico de la comedia y convertirlo en una reductio ad absurdum, desarrollando metódicamente una situación en la que esto les ocurre a unas siete personas a la vez, Charley Chase lo lleva a un nuevo nivel de comedia.
En cierto sentido, lo que hicieron Laurel y Hardy para conseguir que la pelea de pasteles en la cara volviese a ser divertida en su corto "La batalla del siglo", en la que la pelea crece lentamente para involucrar a una calle entera y miles de pasteles, Chase lo hace en "Too Many Mammas". También hay una gran secuencia en la que Charley tiene que bailar y que, de manera bastante inusual, el humor proviene menos de la situación que de la pura comedia al ver al desgarbado Charley improvisar un estridente jazz. Este cortometraje no sólo es muy divertido, sino también una película por excelencia para definir los estilos de comedia de Chase y de Leo McCarey.
