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Uno de los melodramas más notorios de su época, "Traffic in Souls", del director George Loane Tucker, pareció confirmar los peores temores de todos sobre la "esclavitud blanca". Los reformadores sociales se lanzaron a la acción, mientras que el público se apresuró a ir a los cines para verlo. Un tremendo éxito de taquilla, a la película se le atribuye el inicio de una tendencia de películas cada vez más sexys o al menos películas que prometían sexo, desde que descubrieron que el sexo vende. Sin embargo, esta controvertida película, que fue prohibida en muchas ciudades de Estados Unidos, recaudó medio millón de dólares. Es a la vez un pseudodocumental que revela cómo "50.000 niñas desaparecen cada año" en la "esclavitud blanca", una organización criminal que secuestra a mujeres pobres e inmigrantes, obligándolas a prostituirse. El ladrón principal es un hombre de negocios aparentemente respetable (William Welsh) que maneja el dinero mientras sus subordinados hacen el trabajo sucio.
Aunque artificial, la película todavía resiste el escrutinio moderno de cómo podríamos pensar que debería ser una buen filme y, sin embargo, es un hito en la realización cinematográfica. Allanó el camino para el tipo de películas de acción por las que Hollywood pronto se haría famoso. Y para comentar sobre el gran talento de Tucker, en un período en el que la mayoría de las películas todavía eran demasiado teatrales, el director muestra un estilo relativamente naturalista y discreto. En su mayor parte, los actores se comportan como personas reales en lugar de asaltar la cámara y el ojo experto muestra que D. W. Griffith no fue el único director de Hollywood que pudo editar con vigor. Aunque hoy la mayor parte de su trabajo se ha olvidado por completo o se ha perdido, con el trabajo de "Traffic in Souls" y la aclamada película perdida "The Miracle Man", Tucker debería ser reconocido fácilmente como uno de los mejores pioneros de la realización cinematográfica.
