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Tres hombres malos


General

Titulo original: Three Bad Men
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1926
Género: Western

Otras personas

Director: John Ford
Escritor: John Stone; Herman Whitaker
Productor/Estudio: Fox Film Corporation
Compositor:
Fotografia: George Schneiderman

Funcionalidades

Duración: 92
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 4,2 Gb

Reparto

  • George O'Brien
  • Olive Borden
  • Lou Tellegen
  • Tom Santschi
  • J. Farrell MacDonald
  • Frank Campeau
  • Priscilla Bonner

Sinopsis

Tres forajidos ayudarán a una joven cuya madre acaba de ser asesinada. Una banda de malhechores y un sheriff corrupto completan el bando de los auténticos y verdaderos hombres malos.

Comentarios

El trabajo de restauración no es de los mejores dado que sólo existe un negativo y se ha hecho cuanto se ha podido para limpiarlo.
El problema de la restauración es que el negativo original ya no existe porque cuando la 20th Century-Fox preparó una copia, lo mandaron a un laboratorio que no hizo algo de calidad sino algo apenas pasable. Por esta razón, es imposible limpiar la copia y tampoco se puede reconstruir la calidad visual del material original en nitrato que ya no existe.

En cierto sentido puede verse Tres hombres malos (1926) como una especie de continuación o complemento de El caballo de hierro (1924), más allá de la presencia en ambos films del actor George O’Brien, un habitual del cine de John Ford por esos años —Corazón intrépido (1925), Con gracias a porfía (1925), El águila azul (1926), El triunfo de la audacia (1929), Mar de fondo (1931)— y aquí en un cometido bastante secundario con respecto al desempeñado en El caballo de hierro, por mas que por cuestiones de estrellato encabece el reparto de Tres hombres malos. Si en El caballo de hierro Ford glosaba la histórica hazaña de la construcción del ferrocarril Transcontinental poniendo el acento en los elementos épicos del relato, Tres hombres malos se erige por momentos en algo así como la trastienda de la conquista del Oeste, a pesar de contar con una excelente y espectacular reconstrucción de la no menos famosa carrera de colonos que tuvo lugar en Oklahoma en 1889, episodio revisado posteriormente por Wesley Ruggles y Anthony Mann en sus respectivas versiones de Cimarrón (1931 y 1960) y hasta por Ron Howard en Un horizonte muy lejano (1992).

Basada en la novela de Herman Whittaker «Over the Border», Tres hombres malos supone un punto de inflexión dentro del western de la época en general y del western fordiano en particular. Relega a un lugar secundario a sus personajes más hollywoodienses, el simpático y galante Dan O’Malley (George O’Brien), heredero directo de los arquetipos heroicos encarnados por Bronco Billy, Tom Mix o William S. Hart, y Lee Carlton (Olive Borden), la hija de un colono asesinado a la que el héroe debe proteger ante la adversidad, y centra su atención en los tres hombres malos a los que, irónicamente, hace referencia su título: «Bull» Stanley (Tom Santschi), Mike Costigan (J. Farrell MacDonald) y «Spade» Allen (Frank Campeau). Ladrones de caballos, salteadores de caminos, brutos y desaliñados, estos tres personajes devienen auténticos protagonistas del relato, suerte de antihéroes que un buen día cometen el fatídico error de «hacer el bien», salvando a Lee de morir a manos de los forajidos que acaban con el padre de la muchacha y tomándola a partir de ese momento bajo su protección. El carácter atípico de este planteamiento dentro del western de la época viene reforzado por la presencia del personaje que se erige en auténtico villano del relato: un sheriff que, por si fuera poco, se apellida Hunter (Lou Tellegen), o sea «cazador», y va vestido con una ropa exageradamente impecable, al igual que los héroes clásicos del género durante el silente.

Ford aquí juega a fondo, más aún que en El caballo de hierro, la estrategia narrativa sobre la cual cimentaría la base de su poética cinematográfica, esto es, su maestría para caracterizar humorísticamente a los personajes, de manera que se ganen así el cariño del espectador y que este último se conmueva al verles afrontando más adelante situaciones dramáticas que, en el caso de los protagonistas de Tres hombres malos, desembocan en trágicos sacrificios de sus propias vidas. De este modo, las abundantes pinceladas de humor con que son retratados estos personajes van dejando paso a una emotiva sucesión de inolvidables gestos humanos: Mike y «Spade» preparando un barril lleno de agua caliente para que Lee pueda tomar un baño… y aterrorizándose ante la perspectiva de que la chica les exija que a continuación ellos tomen uno; la vibrante secuencia sentimental en la que «Bull» asiste a la agonía de su hermana Millie (Priscilla Bonner); o la manera en que, por este orden, «Spade», Mike y «Bull» hacen frente a la muerte para salvar a los jóvenes del acoso de los hombres del sheriff. La imagen final del film, con Dan y Lee acunando a su bebé mientras que, en el horizonte, se recortan las figuras a caballo de los tres «hombres malos», ahora muertos pero todavía vivos en el recuerdo de aquellos a quienes salvaron la vida, no deja lugar a dudas sobre el cariño depositado por Ford en estos entrañables personajes.
Tomás Fernández Valentí (cinearchivo)