Sinopsis
Después de que las potencias unidas de Europa lograron derrotar a los vastos ejércitos de Napoleón, el gran emperador fue hecho prisionero y enviado al exilio a la isla de Elba, en la costa de Córcega. Sus leales amigos en Francia, sin embargo, no descansarían y fueron incansables en sus esfuerzos por liberar al Emperador de su prisión. La primera parte de esta película muestra una reunión de algunos de estos amigos y simpatizantes, quienes formulan un plan. Se escribe una carta a Napoleón, en la que se explica que un mensajero le traerá todos los detalles y planes de un complot para liberarlo. Un joven oficial es elegido para emprender el peligroso viaje a Elba y llevar a Napoleón el mensaje de sus amigos. Pero estos amigos no contaban con los enemigos que tiene todo gran hombre, y no observaron que uno de ellos asistió a su memorable reunión. El traidor informa a la policía, cuya ayuda obtiene, y juntos van en busca del mensajero. Cansado y exhausto, el mensajero encuentra descanso por una noche en una pequeña posada en el camino, pero no mucho después de su llegada allí, también llegan sus dos perseguidores, y con una copa de vino discuten cómo pueden capturar mejor al mensajero. La hija del posadero, gran admirador de Napoleón, escucha la discusión de los dos hombres e inmediatamente advierte al mensajero, que tiene el tiempo justo para alejarse, perseguido con vehemencia por los enemigos. Afortunadamente, pronto llega a una granja en su camino e induce al granjero a que le dé otra ropa. Cambiándose apresuradamente de ropa, y con la ayuda del granjero, que muestra a los perseguidores el camino equivocado, logra llegar a la frontera. Llega sano y salvo a la costa, desde donde tomará el barco hacia Elba. Antes de aterrizar en la costa de la isla, su pequeña embarcación es demolida por las olas y se ve obligado a nadar a través del mar espumoso hasta su destino. Pero incluso aquí, en esta isla solitaria, es descubierto por un centinela, que usa su rifle con eficacia, y con una herida de bala en el hombro el pobre mensajero vuelve al agua fingiendo estar muerto. Nadando hacia un lugar más apartado de la costa, ve la figura de su amado Emperador de pie junto al agua, mirando con tristeza en dirección a su país. Temblando de emoción, el valiente mensajero se acerca a Napoleón y le entrega el mensaje. Napoleón, profundamente conmovido por la lealtad de sus amigos, agradece al mensajero con amables palabras y lo abraza para mostrarle su profunda y sincera gratitud.