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Un oficial de policia


General

Titulo original: Keisatsukan
Nacionalidad: Japón
Año de producción: 1933
Género: Drama

Otras personas

Director: Tomu Uchida
Escritor: Eizo Yamauchi; Toshihiko Takaeda
Productor/Estudio: Shinkô Kinema
Compositor:
Fotografia: Sôichi Aisaka

Funcionalidades

Duración: 95
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Regular
Peso: 900 Mb

Reparto

  • Eiji Nakano
  • Isamu Kosugi
  • Taisuke Matsumoto
  • Sôji Ubukata
  • Shinobu Araki
  • Kenji Asada
  • Shizuko Mori
  • Tamako Katsura
  • Isao Kitaoka
  • Matsuko Miho

Sinopsis

Itami, un policía novato, se reencuentra con su viejo amigo del instituto, Tetsuo Tomioka, durante un control de carretera. Los amigos retoman su amistad, pero Itami se extraña de lo poco que Tetsuo revela de su vida personal. Una noche, el sargento Miyabe, mentor de Itami, resulta gravemente herido en un atraco a un banco. Los ladrones huyen, pero uno de ellos deja sus huellas en la espada de Miyabe...

Comentarios

A mí me ha gustado y, en algunos momentos, casi me ha fascinado. Al final hay un canto a la policía que me ha hecho chirriar un poco los dientes, pero vamos, nadie es perfecto. La película es innovadora (para su época), llena de hallazgos visuales y a menudo con un ritmo endiablado, junto a secuencias reposadas y balsámicas. Estoy por afirmar que es la película más "occidental" que he visto entre las japonesas.


Cuando una sociedad se moderniza también lo hace el delito, ese parásito que convive con ella para extraerle la sangre y generar peligrosas infecciones. Más o menos de eso es de lo que nos habla A Police Officer (1933), indudablente una de las mejores películas policíacas japonesas de la época muda. Como su título indica, es un relato centrado en la labor de un agente de policía, lejos de cualquier fanfarronada o épica innecesaria. Los personajes del filme ven su labor policial como una tarea cotidiana más, aunque siempre expuesta al peligro. Desde ese punto de vista, el filme es un precioso testimonio de la sociedad japonesa de principios de la década de los 30, escindida entre el respeto a los valores tradicionales y la absorción del modo de vida que llega de occidente. En ella encontraremos personajes que visten a la vez kimono y sombrero de gángster, una incipiente industrialización al lado de las casas japonesas, tugurios y salas de billar donde los vicios occidentales conviven con conflictos totalmente orientales.
Tomu Uchida (1898-1970) fue uno de los más prolíficos directores de la historia del cine japonés y, aunque su aportación al cine criminal fue escasa, sólo por esta película merecería ser recordado dentro del género. Fascinado por los procedimientos policiales su cámara sigue con inusitada agilidad las operaciones de los agentes: veloces travellings que siguen a motocicletas y automóviles, secuencias de montaje que muestran el laberinto de una central telefónica, persecuciones por intrincados callejones que muestran el lado más oculto del Japón de entreguerras... Si el cine es hijo de la velocidad, el crimen y los medios para combatirlo también deben serlo, parece decirnos Uchida. Pero en ese nuevo mundo tan frenético también queda la conciencia de lo que se pierde: una vieja amistad se pone en juego y el cine de acción le cede la palabra a un emocionante melodrama que resume ese conflicto entre deber profesional y sentimiento personal que tanto gusta al cine japonés. Y es que, en el fondo, A Police Officer no deja de ser la insólita combinación de un kimono con un sombrero de gángster.