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Brillante sátira sueca de costumbres, escrita y dirigida por Hjalmar Begam y Gösta Ekman, e interpretada por este último en la magnífica personalización de un marqués venido a menos que acepta casarse con la hija de una vulgar pero adinerada comerciante para evitar que su castillo y pertenencias queden en manos de sus acreedores. A pesar del sarcástico humor que cruza por toda la película, en el tramo final se abre un paréntsis más serio, en el cual dicho marqués deberá demostrar que, a pesar de toda la displicencia y sarcasmo que destila en el filme, es un perfecto caballero, como indica el título. Con unos diálogos divertidos, una interpretación espléndida, encabezada por el mismo Ekman que realiza toda una creación de su personaje, y un ritmo sostenido, la cinematografía sueca nos vuelve a sorprender con un producto desenfadado y chispeante, no exento de una profunda crítica social. La ambientación es fantástica (el mismo castillo donde se rodó la película) y los secundarios brillan a gran altura. En suma, nos mantiene casi todo su metraje con una sonrisa en los labios y nos hace desear que tuviese una duración más larga. Unas palabras más respecto a Gösta Eckman: fue el protagonista de la primera versión de "Intermezzo" y formó parte de una saga familiar de actores, directores y productores muy querida y respetada en su país. En abril de este mismo año (2017), murió precisamente su hijo, con el mismo nombre, reverenciado en Suecia .
Eduard José Gasulla
