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Una vez completada la construcción de la casa, las ventanas quedan cerca del techo, las puertas no se abren, las escaleras no conducen a ninguna parte, los techos se hunden y el porche de entrada se desploma soplando sobre él. De cualquier forma, Keaton y esposa dan una fiesta a sus amigos para celebrar su inauguración. Entonces se produce un huracán y la casa empieza a dar vueltas como una peonza.
Dijo Keaton en una ocasión que "Una semana" fue la película que más contribuyó a su éxito posterior, algo que no puede asombrarnos, ya que el corto es uno de los más logrados de esa época , no ya sólo en la filmografía keatoniana, sino en toda la historia del cine. El despliegue de ingenio es tan grande, la inventiva tan abrumadora, que toda la cinta se convierte en una casi asfixiante sinfonía de hallazgos visuales. Es una película que requiere ser vista varias veces, para abarcar todo su potencial.
Y en la escena final, aparece ese tren que marcaría todas las producciones de Keaton desde entonces. Es de suponer que se trataba de un postrer homenaje a esos viajes que marcaron su vida infantil con la troupe paterna.
(Eddie Constanti)
