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Documento novelado de la creación y desarrollo de la Organización de Ayuda Judía, a raíz de los días subsiguientes a la Revolución rusa, cuando muchos propietarios de fábricas tuvieron que dejar su negocio y sus hogares, por el hecho de ser judíos, en manos de facciones del pueblo ruso. Se incluye una leve trama ficticia que retrata el calvario vivido por uno de esos propietarios y muchas imágenes de la actividad de la Organización en Viena.
Película que peca, como tantas otras que pretenden adoctrinarnos sobre un hecho histórico atendiendo sólo a una de las partes en conflicto, de un claro maniqueísmo. Aquí, los rusos no sólo son los que despojan a los propietarios de sus fábricas sino que luego, al ocupar las casas de éstos, reflejan todos los vicios imaginables: beben vodka hombres y mujeres como cosacos (nunca mejor dicho), son sucios y antipáticos e incluso escupen en el suelo (horror de los horrores). No estamos diciendo con ello que justificamos los pogromos (linchamientos) contra los judíos (en esa época los hubo y terribles), sino que, como siempre, ni todo el pueblo ruso eran asesinos con pistola en mano, ni todos los judíos despojados de sus ricas propiedades atesoraban las virtudes que aquí se nos presentan.
Es un relato que se ve sin demasiado agobio (apenas dura cuarenta y ocho minutos) y que no contiene un exceso de escenas truculentas. El canto a la bondad de la Organización de Ayuda Judía es patente en todo el guión (no en vano patrocinaron el filme) y como documento histórico puede servirnos de ayuda para entender mejor esos sucesos de principios del siglo veinte.
Eduard José Gasulla
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"Opfer des hasses" describe cómo la familia de herr Goldschmidt (herr Gyula Szöreghy), un fabricante judío ruso, sufrió la ruina y el asesinato como víctima de un pogromo durante la Revolución rusa. Herr Goldschmidt logra salvar a dos de sus nietos y huyen a Viena, donde la organización de asistencia social judía ayuda a los inmigrantes en un orfanato en Baden. Años más tarde, herr Goldschmidt cuenta toda su triste historia (en flashback) a un visitante.
Este docudrama de acontecimientos trágicos e históricos es, con mucho, la parte más interesante del cuadro y es, a la vez, dramático y conmovedor. Desafortunadamente, la sección que muestra a Herr Goldschmidt instalándose en Viena se convierte en un informe especial sobre el trabajo humanitario de la Jewish Relief Organisation. Esto tiene cierto interés histórico, pero se hace de una manera tan lenta y poco interesante que se vuelve aburrida, por loables que sean las intenciones. Por si acaso te quedaste dormido durante la película y no entendiste nada, al final aparecen tres lindos huérfanos en la pantalla y te piden que contribuyas tanto como puedas a la organización Jewish Relief. Este conde alemán mantuvo las manos en sus bolsillos aristocráticos durante esta apelación desvergonzada y torpe.
Por tanto, la película es una combinación de una buena historia de las dificultades sufridas por el pueblo judío debido al pogromo en Rusia y un informe aburrido que puede tener algún mérito sociológico, pero que es difícil pasar por alto sin retorcerse. "Opfer des hasses" es un buen ejemplo de que el fin no justifica los medios.
(Ferdinand von Galitzien)
