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La película utiliza imágenes de noticiarios, reconstrucciones del conflicto altamente realistas de Poirier (con mucho, el mejor elemento de la película) y algunas pequeñas escenas dramáticas que son bastante superficiales en comparación con "The Big Parade", por ejemplo, pero que, sin embargo, agregan un hilo de interés personal a los eventos. La película está contada desde ambos lados y es sorprendentemente comprensiva con el punto de vista alemán, considerando cuándo se hizo.
La postura pacifista de Poirier se revela en varios momentos, especialmente en una escena en la que dos ángeles descienden al campo de batalla y extraen las almas de dos soldados, uno alemán y otro francés, y los colocan juntos en una camilla que llevan al cielo. Las secuencias de batalla recreadas, para las que Poirier usó ubicaciones originales e incluso algunos de los combatientes sobrevivientes, colocan al espectador en medio del horror, arrastrándose por la tierra de nadie, acobardado en las trincheras o siendo volado en pedazos en éstas. De hecho, cuando uno ve programas documentales con imágenes "históricas" de la guerra de trincheras, es probable que provenga de esta película, realizada diez años después de la batalla. (La mayoría de las imágenes reales de los noticieros de la época muestran filas de tropas sonrientes marchando a la batalla, pero evitan representar la carnicería de la guerra, por obvias razones de propaganda.)
En 1931 se lanzó una versión sonora reeditada, "Verdun, souvenirs d'histoire" con algunas escenas re-filmadas con diferentes actores.
