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Semblanza
Eugène-François Vidocq (1775-1857), ex delincuente y "reciclado" por la policía francesa, fue el personaje histórico que instituyó la Sûreté y más tarde creó la primera agencia de detectives del país galo. Esta serie, de diez episodios, relata de forma novelada su vida, desde la niñez hasta que consiguió desmantelar la organización criminal dirigida por Aristo, su mayor enemigo. Aunque muchos de los lances de la trama son inventados por los guionistas, los trazos principales corresponden a hechos reales documentados por escritores tan reconocidos como Honorato de Balzac, amigo personal de Vidocq, o Victor Hugo. En 2001 se filmó una película interpretada por Gérard Depardieu, levemente basada en la vida de Vidocq.
Comentario
El destino de François Vidocq parece tomar más del producto ficticio de los guionistas que de la realidad. El convicto convertido en oficial de policía en la Sûreté ha inspirado a muchos grandes escritores como Hugo y Balzac. Por lo tanto, no sorprende que el cine haya estado interesado en ese personaje. El guión de esta película en episodios es de Arthur Bernède, un colaborador de Louis Feuillade. El primer episodio es significativamente más largo que el siguiente, aproximadamente setenta minutos, como era habitual en esa época. Se nos descubre un paisaje rocoso junto al mar, donde el convicto Vidocq sube para escapar de sus perseguidores. La calidad de la copia está a la vista: realmente podemos apreciar la belleza de la fotografía. Pero desafortunadamente, el director Jean Kemm no es Louis Feuillade. No tiene un innato sentido del ritmo y esa búsqueda no genera el suspense deseado.
Kemm se contenta con filmar eventos de manera bastante plana. La llegada a los campesinos muestra un poco más de inventiva, con el uso del flash en negro (precedido por un desvanecimiento con desenfoque), para contarnos brevemente algo sobre el pasado del convicto. En principio no era un criminal; se volvió así por la desaparición de su esposa. René Navarre, el inmortal Fantomas de Feuillade, tiene aquí un papel hecho a medida que le permite mostrar su habilidad para disfrazarse (incluso se viste de anciana para escapar de la policía). Pero, a diferencia de su contenido y del juego intenso en Feuillade, a veces se entrega a lamentables excesos teatrales. La confrontación con su esposa reencontrada da lugar a una escena melodramática poco creíble. Además, las escenas filmadas en estudio son que han envejecido más.
Afortunadamente, los episodios siguientes tienen mucho más ritmo. Vidocq llega a París, donde se encuentra con dos antiguos compañeros de prisión (Bibi-la-Grillade y Coco-Lacour). Estos dos comediantes aportan un toque humorístico que a menudo no es demasiado necesario. Luego, otros secundarios nos llevan al inframundo parisino en la época del Imperio, en particular respecto a la banda de Aristo (G. Missirio). Vidocq decide unirse a la policía y denuncia a Aristo y a su pandilla para ganar credibilidad y rehabilitarse. Vistos los diez episodios, hay que reafirmarse en la idea de que este serial no es "un Feuillade", pero que nos ofrece momentos de tensión bien conseguida y un tono general bastante aceptable.
De Ann Harding's Treasures