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A finales de los veinte, el tipo de cine que se estilaba en Norteamérica reflejaba en gran manera la "way of life" de esa época. Era el tiempo de las "flappers", de las chicas "it", de las historias de universitarios que se abrían paso en la vida, de las chispeantes andanzas de una primeriza Joan Crawford ( "Our dancing daughters", "Our modern maidens"), etcétera. "Wine of yout" empieza siendo una más de esas tramas volubles y sin demasiada consistencia, pero a partir de la segunda mitad de la película la historia deriva en aspectos mucho más dramáticos y de mayor enjundia.
La tercera generación de "Marys" de una familia decide romper con los convencionalismos de su madre y su abuela y lo hace a lo grande: como no puede decidirse por los dos enamorados que la rondan, se va un par de semanas a un camping con ellos, para saber si, en el trato cotidiano, descubre cuál es el más adecuado para compartir su vida.
Planteamiento audaz donde los haya, para esa época. No hace falta decir que habrán contratiempos que impedirán ese insólito experimento, pero aquí es donde entra la parte original del filme de Vidor, que hace apartarlo de lo visto hasta entonces. Los padres de la joven han llevado una vida rutinaria hasta el punto que podría decirse que se odian. Cuano estalla la rebelión de su hija, despiertan todos los rencores guardados durante veinticinco años con una violencia inusual, en una larga escena que nos recuerda las tensas historias de Tennessee Williams. Os aconsejo que no os perdáis ni una palabra de esa parte, porque los diálogos son de una extrema acritud que cuestiona ese aparentemente "way of life" antes citado.
El ritmo narrativo es excelente y los actores, del primero al útimo, interpretan su parte con una justeza que los convierte en prototipos de cada personaje. La abuela Mary, pequeña dictadora, la Mary madre, resignada sufridora, el padre, intolerante y brusco, la Mary joven, Eleanor Boardman, con su habitual mezcla de frialdad y dulzura, y los dos galanes, Ben Lyon y William Haines, el "gamberrote" oficial de Hollywood, al menos en la pantalla.
No es una simple película de "flappers" y de bobadas estudiantiles. Sucede que quien la dirigió fue King Vidor, y con eso se ha dicho más que suficiente.
