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La copia de la película, a pesar de su restauración, no está en muy buen estado: hay daños en las ruedas dentadas y mucha descomposición en los últimos minutos de la impresión, pero el contrapunto sentimental de la música de Robert Israel es, como siempre, perfecto.
Harry Holden dirige la raída misión "End of the Trail" en el vecindario más pobre de la ciudad. Ha convocado una congregación de vagabundos y rateros. Entre ellos están Wanda Hawley, expulsada por el hombre que creía que era su marido, y el apuesto Norman Kerry, atraído por el canto del himno de la señorita Hawley. Kerry es un miembro del club cuyos ingresos provienen del robo. Impulsado por su sentimiento hacia la señorita Hawley y la seriedad de Holden, proporciona fondos para la misión. Cuando uno de los miembros más agradables de la congregación, Bert Woodruff, es atropellado por un automóvil en marcha, Kerry trabaja para recaudar fondos para el cuidado de Woodruff, y David Kirby lo delata.
El sentimentalismo descarado de la película es difícil de superar: si la señorita Hawley fuese menos bella, ¿habría tenido lugar la redención errática de Kerry? Sin embargo, el director, Emmet J. Flynn, ofrece una visión que excusa la historia convencional y también una secuencia de acción emocionantemente filmada con ángulos de cámara interesantes.
Es poco probable que esta película hubiese estado disponible si no fuese por la presencia de Rodolfo Valentino en un pequeño papel no acreditado como miembro de la misión, pero si eso fue lo que se necesitó para restaurar y poner a punto este filme, ya nos vale. Es bueno ver algún silente de este período, cuando el cine estaba a punto de entrar en la fascinante década de 1920, y particularmente éste, dirigido por mister Flynn. La única otra película suya que recordamos es "Monte Cristo (1922), donde también mostró una mano segura al dirigir a sus actores.
