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"No diga usted eso, señorita. Las mujeres como usted no matan a chicos como mi hermano." Así se expresa Hart en la estremecedora escena en que descubre el cuerpo sin vida de su hermano, filmada casi por entero en primer plano y donde podemos comprobar los innegables registros del actor. La película está planteada en clave de venganza y nos permite asistir al asesinato ya descrito y luego acompañar al criminal durante buena parte del metraje, hasta que Hart lo desenmascara y actúa en justicia.
Con una copia espléndidamente restaurada y unos escenarios naturales magníficos, es, quizá, la película de Hart que mejor ha soportado el paso del tiempo y no sólo por la calidad de su tratamiento digital, sino por la vigencia de un argumento absolutamente "moderno". Las grandes barcazas a vapor del Misisipi ayudan a retratar esa época dorada del viejo Oeste, los villanos están muy bien caracterizados y Hart se encuentra a sus anchas, esta vez casi sin la compañía del caballo de turno.
Producida por el mismo Hart y Thomas H. Ince, y dirigida por Lambert Hillyer, esta vibrante página del lejano Oeste gustará tanto a los acérrimos seguidores del western como a los que no sientan demasiada atracción por el mismo.
