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Why Be Good?


General

Titulo original: Why Be Good?
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1929
Género: Comedia

Otras personas

Director: William A. Seiter
Escritor: Carey Wilson
Productor/Estudio: First National Pictures
Compositor:
Fotografia: Sidney Hickox

Funcionalidades

Duración: 81
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 1,1 Gb

Reparto

  • Colleen Moore
  • Neil Hamilton
  • Bodil Rosing
  • John St. Polis
  • Edward Martindel
  • Eddie Clayton
  • Lincoln Stedman

Sinopsis

Un flapper con una dudosa reputación disfruta de una noche vivaz de baile y sin saber muy bien cómo se encuentra vinculada románticamente a su jefe.

Comentarios

"¿Por qué ser buena?" es un tesoro cultural, no sólo por ser una de las pocas pocas películas existentes de Colleen Moore de su etapa silente, sino porque ha sido restaurada y cuenta con una de las bandas sonoras sincronizadas más voluptuosas de esa época. Como Leonard Maltin explicó en su debate posterior a la emisión de Turner Classic Movies que se emitió el 28 de septiembre de 2015, los músicos de la banda sonora incluyeron a grandes genios del jazz como Joe Venuti y Tommy Dorsey.

Números antiguos como "Tengo sed de besos y hambre de amor", "Si quieres el arco iris, debes tener la lluvia", "Alto, moreno y guapo", "Flapperette", "Cambios", "Le Chant des Bulevares" y "Ésa es su hora", así como tonadas evocativas de la época de William Axt, Hugo Riesenfeld y otros, acompañan a la banda. Si hubiese alguien mejor que Moore, me gustaría comprobarlo. Tenía la cara, el cabello y la actitud que llegaron a personificar a la "flapper".

En los primeros diálogos el protagonista de la Warner, Neil Hamilton, se muestra un tanto inseguro, pero luego remonta el vuelo, tal vez por tener a la "locura" Moore tan cerca. Si Moore fue la último "flapper" de su tiempo, Hamilton era su igual en el departamento de liderazgo romántico de la Warner. El resultado es un cóctel chispeante, donde Moore no se cansa de repetir a su madre: "Soy una buena chica, mamá", quizá por cumplir con el código de moralidad que siempre ha imperado en la industria de Hollywood. Buena o un poco mala, Colleen era irresistible.