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Notas sobre esta edición:
- El contenido de video proviene de dos extracciones de TCM diferentes (una de las cuales está aquí gracias al usuario pa6sur) que se usaron en conjunto para eliminar los logotipos de transmisión y los hardsubs. Pasé el híbrido a través de Topaz Video Enhance AI usando el modelo Proteus, exportado a PNG a 1440x1080 y recodificado en FFMPEG usando las especificaciones de mejores prácticas preferidas de Karagarga a 22 FPS. El resultado, aunque aún es imperfecto debido a las limitaciones tanto de la fuente como del proceso exclusivo, probablemente sea tan bueno como se ha visto esta película.
- El laserdisc de 1991 se usó como referencia para la magnífica partitura de Carl Davis y los títulos de apertura/final; parecía correcto restaurar el crédito en pantalla de Davis, ya que gracias a la velocidad de fotogramas revisada, su puntaje ahora tiene la velocidad y el tono correctos (o muy cerca de él: el disco láser tenía 29.97 fps, lo que lo convierte en una compilación incómoda, pero los tiempos de ejecución ahora están muy estrechamente alineados). Se ha realizado una ligera remasterización del audio, nada enorme, pero suena muy bien.
Notable mejora pero todavía no ha sido restaurada "oficialmente" y por ello tampoco editada en Blu-Ray (y ni siquiera en DVD, tipo WAC). Debe de haber algún problema legal con los detentadores de los derechos si no no se entiende este pasotismo de las editoras con uno de los grandes títulos de la historia del cine.
Premios
1927: 2 nominaciones al Oscar: Mejor director, película por calidad artística
“...Y el mundo marcha” es el fiel retrato del sueño americano. ¿Que cuál es este? Pues nada más y nada menos que llegar a ser Presidente de los EE.UU. Para nuestro protagonista todo comienza con buen pie, pues nace nada más y nada menos que un 4 de julio; pero a partir de ahí, cualquier semejanza de lo que vive con ese sueño expresado... no existe.
King Vidor sigue los avatares de este hombre sacado de la multitud, en una sucesión de comedia y drama tan sutil y magistral que al final de la película tenemos la impresión de haber asistido a la vida tal cual. Visualmente es impresionante y podemos comprobar la gran sabiduría que tenían todos estos directores en la época del cine mudo. No les hacían falta los diálogos, porque como diría la gran Norma Desmond: el cine era grande. Como ejemplo, cuando nos muestra al protagonista en su trabajo. Es una secuencia de una modernidad asombrosa: la cámara enfoca un contrapicado de un rascacielos, se va acercando poco a poco en base a fundidos, hasta entrar por la ventana y mostrarnos un picado de una oficina INMENSA (ni “El Apartamento” se atrevió a tanto), en la que una fila ordenada e infinita de oficinistas no levanta las cabezas de esos papeles tan necesarios para que el mundo marche... Las interpretaciones son naturalistas, casi rozando ese neorrealismo que aún tardaría en llegar pero que aquí ya esta presente. Una gozada, en la que las risas y las lágrimas son nuestras escoltas en esta película de visión obligada, de cine grande aunque se acerque a lo chiquito, a lo anónimo.
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... Y el mundo marcha es uno de los grandes ocho miles del cine: cumbre de todo el cine silente, Murnau incluido, y una de las cuatro o cinco mayores películas de la historia.
Vidor decía que el cine era el medio de expresión más fabuloso jamás creado. Con ... Y el mundo marcha lo demostró sobradamente. En efecto, a pesar de que este medio de riqueza sin precedentes conlleva el peligro de la dispersión, tantas herramientas expresivas tiene a su alcance, son numerosas las obras maestras que ha dado el cine (aunque muchas menos de lo que les parece a aquellos que creen descubrir una al mes, cuando no a la semana). Pero quizá debido al carácter narrativo que pronto adoptó la mayoría del cine más valioso, adscripción que obliga a justificar ciertos giros del argumento, incluyendo inevitables escenas explicativas o de transición, son rarísimas las obras, tal vez una docena o dos, que brillan continuamente, de principio a fin, a una altura sublime, sin ningún altibajo por mínimo que sea, ... Y el mundo marcha es una de ellas.
Fernando Usón.
"King Vidor, la conquista del espíritu". Arkadin Ediciones, 2016.
