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En caso de que no lo sepas, Stan Laurel tuvo una carrera cinematográfica antes de formar equipo con Oliver Hardy. Stan protagonizó o coprotagonizó muchos cortometrajes durante la década de 1920. La calidad del lote varió considerablemente. Sin embargo, a pesar de algunas películas realmente buenas aquí y allá, la mayoría son, en el mejor de los casos, dentro del promedio y ni siquiera se acercan a la calidad de los mejores comediantes del momento. Teniendo en cuenta que soy uno de los mayores fans de Laurel y Hardy (he visto casi todas sus películas, incluso las que están en idiomas extranjeros que pude conseguir), ver a Laurel como un actor en solitario debería tener algo de mérito, ya que realmente yo QUERÍA disfrutar más de estas películas.
Acabo de de ver este triste cortometraje y no puedo creer que algún crítico le haya dado un 10. Ahora tal vez estoy siendo duro al darle a la película un 4 (aunque creo que eso sigue siendo generoso), pero el 10 está muy fuera de lugar, haciendo que parezca igual a lo mejor de Buster Keaton o Chaplin o Harold Lloyd, ¡lo cual es ridículo! Esta película NO es genial ni de visión obligada, sobre todo porque olvidó un aspecto muy importante de una comedia: que debe ser divertida. Si bien hay algunas partes conseguidas aquí y allá, es triste que se suponga que el aspecto más divertido de la película sea el enorme sombrero de jinete que Stan que usa durante la película. Incluso la gran carrera final no es suficiente para salvarla, aunque debo admitir que la última escena en el barco está bien. En general, a menos que seas un fan rabioso de cualquier cosa con un caballo o que pienses que todo lo que Stan Laurel hizo alguna vez fue una comedia de oro, ésta es mediocre.
