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Âme d'artiste


General

Titulo original: Âme d'artiste
Nacionalidad: Francia
Año de producción: 1924
Género: Drama

Otras personas

Director: Germaine Dulac
Escritor: Germaine Dulac; Alexandre Volkoff; Christian Molbech
Productor/Estudio: Ciné France
Compositor:
Fotografia: Jules Kruger; Nikolai Toporkoff

Funcionalidades

Duración: 94
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Buena-Regular
Peso: 475 Mb

Reparto

  • Iván Petrovich
  • Nicolas Koline
  • Mabel Poulton
  • Yvette Andréyor
  • Henry Houry
  • Jeanne Bérangère
  • Félix Barre
  • Gina Manès
  • Charles Vanel
  • Lou Davy

Sinopsis

Helen Taylor, favorita del público londinense en los escenarios, se debate entre las atenciones de lord Stamford (principal accionista del teatro) y de Herbert Campbell, un ferviente admirador, autor novel, que no duda en abandonar a su esposa para seguir a la estrella de la escena.

Comentarios

Esta película de Germaine Dulac se supone que tiene lugar en Londres. Pero es obvio que muchos de los exteriores de la película se hicieron a orillas del Sena, más que a orillas del Támesis. Esta producción del consorcio Westi (franco-alemán) tiene un reparto internacional con la joven estrella británica del momento, Mabel Poulton, en el papel principal. El serbio Iván Petrovich (que actuó con Léonce Perret y Rex Ingram) también forma parte del reparto junto a Nicolas Koline, un actor ruso muy conocido por el público francés de la época. Esta película precede ligeramente a otra producción de Westi que también se rodará en los estudios de Billancourt, el Napoleón de Abel Gance. En los créditos de la película de Gance encontramos también a varios técnicos (el operador Jules Kruger) y actores (Gina Manès y Nicolas Koline). El guión no resulta sorprendente con una actriz que se enamora de un dramaturgo ya casado, despertando los celos de su rico patrón, Lord Stamford (Henry Houry). Pero la puesta en escena es lo suficientemente elegante como para hacer olvidar la ligereza de la trama. Y también hay que destacar la excelencia de la interpretación, teniendo en cuenta a la fresca y vivaz Mabel Poulton como una joven ingenua atrapada entre un amante pasajero y un viejo Lord libidinoso. Yvette Andréyor, que fue la estrella de muchas películas de Gaumont en los años 10, es aquí una mujer engañada que debe sufrir el sarcasmo de su amargada madre. Nicolas Koline es siempre un actor delicioso, lleno de fantasía. Sólo Iván Petrovitch, fiel a su reputación, permanece impávido como poeta efímero. Gina Manès interpreta con talento a una actriz celosa del éxito de Mabel Poulton. También destacamos a Charles Vanel, que hace una breve aparición como actor con Mabel en la primera escena de la película. Asistimos a una escena melodramática estereotipada en la que un marido violento golpea a su mujer, antes de que la cámara retroceda para revelar el público de la obra que se despliega ante nuestros ojos. La película utiliza sobreimpresiones y otras imágenes inteligentemente distorsionadas para ilustrar la trama y no sólo para mostrarla. Para que conste, Abel Gance había pensado en Mabel Poulton para el papel de Violine Fleuri en Napoleón, antes de descubrir finalmente a Annabella.

Christine Leteux
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¿Qué podemos decir sobre las obras de Germaine Dulac? Esta representante de la vanguardia francesa, poco recordada en los últimos tiempos, ha visto revalorizada su obra recientemente. En 2003 se exhibieron varias películas suyas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Cada película fue precedida por un serio debate en el sentido de que Dulac era una teórica importante en el cine, alguien que producía y dirigía sus propias películas. También era lesbiana y mujer (el disertador siempre ponía esos extremos en dicho orden, en el París de la década de 1920. Todas esas circunstancias hacen de Dulac una figura importante en la historia del cine y probablemente del movimiento de la mujer.

Sin pretender negar ninguno de estos atributos, debo admitir que los encuentro irrelevantes ante preguntas más importantes: ¿eran buenas sus películas? Y, en particular, ¿esta película es buena? Consideremos este último punto.
Primero, las cosas positivas. Las películas de Dulac -y me apresuro a agregar, esta misma película-, muestran un excelente sentido del lenguaje cinematográfico y la composición. Las composiciones y escenarios de Dulac son agradables y naturalistas, y sus actores tienen el control total de las técnicas de actuación cinematográfica de la época, restringidos de forma natural cuando la escena lo requiere.

Desafortunadamente, estas cualidades se ven superadas por problemas de la trama y la definición del personaje. Éste es un melodrama en toda regla sobre cómo el artista en cuestión, en este caso un dramaturgo que espera producir su primera obra, se mueve entre la vida y el afecto de las dos mujeres que lo cuidan y lo apoyan: su esposa, que perdona su descuido, y la actriz protagonista, que produce su primera obra y con quien tiene una breve aventura. A esto le sigue una tercera parte que, a mí, se me hizo interminable.

Mi otro problema con esta película. Los filmes de Dulac muestran que los hombres no son tanto hombres como colecciones de imperfecciones y tienen un solo propósito en la vida: hacer que la existencia de las mujeres sea miserable por acciones que pocas veces están motivadas. De acuerdo, madame Dulac veía así a los hombres: después de todo, ella era "lesbiana y mujer", como dijo el disertador. Pero encuentro su dibujo de personajes masculinos como un grupo de villanos sin rumbo. ¿No habrá ninguno en todo el universo que escape a ese estereotipo?

Quizás ésa sea la clave de la película. Y si no es ésa, algo falla en el conjunto y tenemos derecho a no estar de acuerdo.